Nos estamos acostumbrando a que en hilos virales de Twitter se destapen grandes problemáticas o dicotomías destinadas a ser la comidilla de actualidad. Uno de los últimos casos, ha sido la construcción de un hilo viral destapando al final del mismo estar generado por una herramienta de Inteligencia Artificial: Chat GPT.
De lo que parecía un amable hilo con giro argumental final, se ha convertido en tema de debate que plantea la utilidad y/o las amenazas que este tipo de herramientas plantean. Se habla de que es un gran paso hacia la automatización del trabajo, lo que lleva al remplazo de los seres humanos por las máquinas.
¿Hasta qué punto puede pasar? ¿Están en peligro los redactores web? ¿Qué hay de los escritores? En este artículo vamos a intentar analizar Chat GPT y la relación que este tipo de herramientas puede tener con el empleo de redactores web y, no, os prometo que al final de este blog no voy a confesar que fue escrito por una inteligencia artificial. Este artículo está escrito por un ser humano de principio a fin.
Tabla de contenidos
¿Qué es Chat GPT?
Chat GPT se define a él mismo como un modelo de lenguaje natural desarrollado por la empresa tecnológica Open AI. Principalmente, está concebida como una herramienta que ayude al usuario a obtener respuestas útiles a ciertas preguntas.
Hasta aquí no hay problemas, se sitúa en un asistente virtual básico que, como mucho, es competencia de Siri o de Akinator, en el caso de que la herramienta caiga en alguien que quiera jugar. El debate se genera en el momento en el que Chat GPT es capaz de desarrollar textos, comprendiendo el lenguaje humano y recopilando información de la enorme base de datos que tendrá.
Que sea capaz de construir frases (sin adornos, pero sin fallos) y concatenarlas de manera precisa para comunicarse y desarrollar una idea en distintos idiomas, hace que se le pueda plantear como un enemigo de periodistas informativos, redactores web, escritores e, incluso, profesores, dado que se ha llegado a escuchar que el alumno que hace sus deberes con esta herramienta se acostumbrará a no utilizar su capacidad crítica de raciocinio.
Aún con esta situación que hace sentir a Chat GPT como un caballo de Troya que entra a las redacciones con el peligro de destruir a los redactores, no se puede negar el éxito de esta herramienta. Según datos de El Economista, a los cinco días de su lanzamiento, un millón de personas ya se había registrado para usarlo. Lo comparan a otros lanzamientos de peso como el de Instagram o Spotify que, para llegar a esa cantidad, necesitaron tres y seis meses respectivamente.
Debilidades y fortalezas de Chat GPT
Según reconoce el propio Chat GPT: “es importante tener en cuenta que soy una inteligencia artificial y no tengo emociones, conciencia o voluntad propia”. Por ahí se puede demostrar, al más puro estilo Test de Turing, la latente necesidad de un ser humano delante de la aplicación.
Hablamos de un asalariado humano que introduzca los términos de búsqueda, valore si lo mostrado es lo buscado y que modifique esas ideas que el ordenador le ha dado para construir un texto cercano, humanizado, bien estructurado y que, en la variante que nos ocupa, cumpla con las expectativas y necesidades SEO.
A la deshumanización propia de las máquinas (y ojalá que por mucho tiempo siga siendo una cualidad únicamente inherente a ellas) se le ha de sumar su incapacidad para generar contenido original dado que responde de manera similar a consultas similares. Cambiará algunas palabras o construcciones de frases, pero el grueso del texto, así como el mensaje, va a ser siempre el mismo.
Además, al ser un producto desarrollado para estar en continuo aprendizaje, muchas veces tiende a dar respuestas irrelevantes. Su carácter neutral hace que muchas veces directamente divague sin ser capaz de profundizar ni de, obviamente, ejercer juicios de valor o yuxtaposiciones. Recordemos que no tiene emociones, conciencia, ni voluntad propia.
Todo esto no quita que sea una herramienta gratuita, intuitiva y fácil de usar que ahorra tiempo y esfuerzos a casi todos los niveles, pero, por muy heroico que suene, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Sus beneficios y capacidades serán positivos o negativos para el trabajador humano dependiendo en manos de quién caiga y el uso que haga de ella.
¿Amigo o enemigo?
Siguiendo el hilo del apartado anterior, si Chat GPT va a ser amigo o enemigo, héroe o villano, lo determinará el propio ser humano y el uso que le dé. Esta herramienta, según sus propias palabras, podría sustituir a programadores, editores, novelistas, redactores web, secretarios y vendedores (entre tantísimos otros puestos que dependan del lenguaje y la información). Pero tardará mucho en desarrollar las emociones o una lírica avanzada que sea capaz de sustituir el ingenio humano.
En este apartado, nos hacemos eco de un artículo de Eric Mercier, Head SEO de Octopus.mx sobre este tema: “Chat GPT es una amenaza directa para los falsos redactores web y la redacción web offshore” afirma. Es interesante su reflexión sobre las dos variantes de la redacción, una más vocacional y otra más pragmática.
Comparto con él la idea de que Chat GPT será el fin del redactor que escriba por castigo más que por gusto. Un perfil tan plano y deshumanizado es fácil de sustituir por una herramienta igual de deshumanizada que, aparentemente, no conoce la rutina y cuyo lenguaje sea tan amplio como el propio diccionario.
Eso sí, en ningún caso creo que en el más inmediato corto plazo la inteligencia artificial sea capaz de sustituir al artista, al retórico, al lírico. De hecho, ha de ser el mejor amigo del redactor web, un socio que libere de carga al humano en labores en las que la inspiración no tiene cabida.
El propio Elon Musk, uno de los fundadores de Open AI, ha puntualizado en varias ocasiones la futura necesidad (y apoyo a la misma) de una renta básica universal. Eso hace pensar que los propios desarrolladores de estas tecnologías no buscan la destrucción del empleo humano.
Podemos entender este tipo de declaraciones como un aviso de los actos de buena fe de los magnates de la tecnología que buscan aumentar el ocio y disminuir el trabajo sin abandonar a su suerte a los humanos.
¿Penaliza el SEO?
Por la misma línea sigue otro magnate, Google. Los motores de búsqueda ya penalizan el contenido repetido y estudian mucho la relevancia de los sitios web a la hora de posicionarlos. Mientras que antes intentaba penalizar a los que copiaban o difundían el mismo contenido reciclado, ahora se unirán a ese grupo de afectados aquellos que utilicen la IA como redactor de sus contenidos “de valor”.
El futuro es incierto pero esperanzador, ¿verdad? La tecnología sigue creciendo a pasos agigantados, haciendo muy difícil el estar al día porque siempre hay algo nuevo que aprender y que descubrir.
Chat GPT es una de tantas inteligencias artificiales relacionadas con la escritura y su relación con los puestos de trabajo humanos dependerán del uso que los propios humanos le demos.
Soy optimista y veo estas tecnologías como un aliado a quien encargar las labores más tediosas, planas y livianas de los redactores para que éstos se centren en su creatividad y sus textos propios, originales y de valor para crear algo bonito, algo bello que leer y que pueda emocionar.
Tanto yo, como la agencia de Marketing Digital que dirijo (PZT by Posizionarte), estamos a favor de incorporar este tipo de herramientas como soporte a los redactores, apostando siempre por la supervisión de su funcionamiento a manos de un humano. Al final, el marketing trata de sentimientos y de personas.